Descripción
Al sultán le gustaba mucho el queso. Tenía habitaciones llenas de quesos de todas partes pero el palacio se llenó de ratones que se comían el queso del sultán, y los consejeros tuvieron que buscar una solución: Para echar a los ratones, mandaron traer gatos para echar a los gatos, traer perros para echar a los perros, traer leones para echar a los leones, traer elefantes para echar a los elefantes, traer ratones y así hasta nunca acabar.
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